jueves, 28 de octubre de 2010

¿Qué es lo que falta por hacer?

A pesar de que los programas de educación sexual en las escuelas han estado en función por muchos años, estos no han sido efectivos como se esperaba. Es necesario que las escuelas de la nación Norteamericana analicen rigurosamente sus programas y que comiencen a implementar programas más innovadores que hayan demostrado su efectividad. Los educadores, los padres de familia y los que dictan las leyes deben evitar conceptos de educación sexual dictados por la emoción; si nos basamos en las tasas que tienen los adolescentes de embarazos no deseados y de ETS, incluyendo el VIH, no podemos seguir ignorando la necesidad de la educación tanto sobre como atrasar las actividades sexuales y sobre como protegerse a si mismos una vez sexualmente activos.

Una estrategia completa en la prevención del VIH utiliza múltiples elementos para proteger a la mayor cantidad de gente posible a riesgo de contraer la infección del VIH y de Enfermedades Transmitidas Sexualmente (ETS). Nuestros niños merecen la mejor educación posible.

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